Una vez a un bosque fuí,
debajo de un árbol me senté,
la lluvia yo vi caer,
a los niños vi correr,
escuché al viento soplar,
contemplé la luna brillar,
sentí mis lágrimas rodar,
sentí mi corazón palpitar,
tan vivo yo me sentí,
que ya no pude escapar,
y bajo aquél árbol me quede,
a sus raíces me uní,
ahora te quiero decir,
que tú, ese árbol eres para mí.