Pensar positivamente es diferente a vivir en la fantasía, en la sublime irrealidad de los meros deseos, por el contrario, es buscar siempre la forma de obtener los resultados que queremos, de conseguir un propósito en lugar de buscar evitar un suceso.
Es cambiar los “no’s” por afirmaciones categoricas, los miedos por las metas, la mediocridad por los propósitos, en corto, cambiar el “no tengas miedo” por el “sé valiente”.
La diferencia dista mucho de ser sútil, una indica detenerse y la otra avanzar, un cese de acción contra una exhortación a la acción. Aplica en sentido contrario, si en lugar de responder “Yo no soy valiente” respondes “Yo soy miedoso” cambia mucho, la primera deja claro que una evasión de la responsabilidad, pero la segunda deja claro un defecto, algo que corregir, cambiar, una meta clara de la cual responsabilizarte, pasar de miedoso a valiente. Es díficil no ser miedoso sin ser valiente.
Las palabras son poderosas, son ideas, conceptos, imágenes que nuestra mente evoca, funciona por asociación, relación, secuencia. “Miedo” nos hace pensar en lo que tememos, “Valor”, “Amor”, en aquello que queremos, que apreciamos, que valoramos.
“Imáginemos cosas chingonas”, ¿Solo con pensarlo haré que pase? Hace falta más que eso para lograr cosas chingónas, el pensamiento positivo por si solo resulta insuficiente para materializar algo que quieres suceda, hemos de agregar voluntad, disciplina y acción constante a la mezcla.
La palabra clave aqui es constante, somos lo que hacemos todos los días, la constancia por si misma es capaz de lograr cosas impresionantes. Para ser constante hay ser muy disciplinado, y para ser disciplinado, se requiere la voluntad de serlo. La fuerza de voluntas es alimentada por la acción, así formamos el círculo virtuoso que buscamos.
Cada día haz algo que te lleve a lo que deseas, que cumpla en algo, lo que sea, tus metas y propósitos, por mínimo que sea, solo da un paso más. Y otro más, y otro más. Con el tiempo podrás incrementar naturalmente el esfuerzo, pero dar el primer paso del día es la clave. Eso es ser positivo, dar pasos hacia adelante, todos los días, aunque sea uno pequeño, con que sea un poco mayor que el de ayer será suficiente.
Ser positivo implica ser valiente, responsable, ser negativo te llevará a ser cobarde, una víctima. Sal victorioso, sé positivo.