La sabiduría y el poder es lo que pretendo conseguir. Quiero ser un dragón, más no soy más que un ratón, un ratón azuzado por los verdaderos dragones que en mi alma habitan y atormentan, dragones que me esclavizan, me condenan, me tribulan, me enloquecen, en una agonía inmesuable e infinita.
Pero no cejo en mi lucha, no cedo, no me retiro y no me rendiré, si ellos estan en mi alma, y mi alma es mia, ¿no son ellos míos tambíen? ¿No los alimenté yo hasta convertirlos en los monstruos que son? ¿No se puede decir que yo los he creado? Y si yo los he creado ¿no puedo yo eliminarlos? Y si puedo eliminarlos, ¿ no es este ratón un dragón entre los dragones?
Y si es un ratón un dragón, y un dragón un monstruo, ¿no es ser un ratón una monstruosidad? La peor monstruosidad de los tiempos, el ser un ratón pudiendo ser un dragón.