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Manual de Operación del Ser Humano

MANUAL DE OPERACION DEL SER HUMANO

Introducción

 

Para saber operar cualquier aparato cuentas con un manual, tu computadora, la aspiradora, la televisión. Sin embargo, nosotros no venimos de fábrica con un manual de operación ¿No sería genial contar con uno? Pues bien, aquí presento una serie de conceptos que pueden darte una idea general del funcionamiento de los seres humanos.

 

Como todo manual, comienza por identificar las partes y las relaciones entre ellas, seguimos con su funcionamiento y que hacer en caso de problemas. A fin de cuentas este es un libro de auto ayuda, así nos concentraremos en la superación, en obtener el máximo de nosotros, el objeto de este manual.

 

Verdaderamente espero que este libro te sea de gran ayuda. Esa es mi misión.

 

La Composición del Ser Humano

 

El ser humano se compone de:

  1. Alma
  2. Cuerpo
  3. Circunstancia

 

1. El Alma

El alma es espiritual en el sentido sensible, emocional, no sobrenatural. Es consciencia, es razón, es nuestra voluntad, nuestra moral. Es ella quien está leyendo esta líneas, considerando estas ideas, juzgándolas y reaccionando con una emoción hacia las mismas, así como tomando una decisión al respecto.

 

Es lo que nos hace quienes somos. Es nuestra parte intangible, es mero conocimiento, información, pensamientos, emociones, deseos, razones, propósitos, es como el software de nuestro hardware y está dividida en tres partes también:

1.1 El Espíritu

El Espíritu es lo que llamamos conciencia moral, son nuestros sentimientos intrínsecos y está manifestado en nuestras emociones. Es nuestra parte suave, nuestra compasión, nuestra ternura, nuestra empatía, toda esa clase de emociones, fuente del comportamiento emocional. La asociamos con el corazón.

1.2. La Voluntad

Es nuestra parte dura, nuestras agallas, nuestro sentido del deber, nuestros deseos fervientes. Fuente del comportamiento visceral. La asociamos con el bajo vientre.

1.3. La Mente

Es nuestra razón, manifestada por pensamientos, lógica, decisiones, memoria. Fuente del comportamiento racional. La percibimos en la cabeza, en nuestro cerebro.

2. El Cuerpo

El Cuerpo es nuestra parte biológica, física, nuestro medio para recibir sensaciones a través de los sentidos y trasmitir ideas, manifestar nuestra voluntad físicamente a través de nuestra habla y nuestras acciones.

 

3. La Circunstancia

La Circunstancia es nuestro ambiente, es todo los que nos rodea, tanto cosas como otros seres vivos, tanto entes físicos y biológicos como ideas y emociones, el cual afectamos y somos afectados por el mismo, por lo tanto, aunque parece ajena no lo es, es tan parte de nosotros como nosotros de ella.

 

El Orden de los Componentes

 

Para conocer, primero tenemos que experimentar. Experimentamos la circunstancia, nuestro ambiente, por medio de los sentidos de nuestro cuerpo, somos seres sensoriales. Esas señales son interpretadas por nuestra mente y espíritu, y le damos un valor. De esta manera generamos el conocimiento, pues somos capaces de recordar lo que sentimos, ya sea física o emocionalmente.

 

Una vez adquirido el conocimiento utilizamos la razón para tomar decisiones. Mientras no tengamos conocimiento, estamos virtualmente “ciegos”, por eso lo asociamos con la iluminación. Por tanto, el orden es Circunstancia -> Cuerpo -> Alma.

 

Dentro del alma, como nos llegue primero depende de nosotros, de nuestros impulsos naturales y como nos ha impactado nuestro ambiente. Podemos ser más racionales, pensar primero las cosas, o podemos ser más viscerales, actuar inmediatamente, o ser más sensibles, más emocionales y sentir como primer impulso.

 

Nuestra personalidad será determinada en una forma orgánica, natural y simple, basados en estos tres impulsos primarios. Sin embargo, somos seres más complejos, y tenemos impulsos secundarios, basados en los mismos elementos, podemos ser primeramente racionales, luego emocionales (mente – espíritu), o racionales y posteriormente viscerales (mente – voluntad) o podemos ser la encarnación de la razón pura (mente – mente).

 

Esta serie de combinaciones nos proporcionan nueve tipos de personalidades, que son muchos para recordar, así que manejaremos las cosas de tres en tres, utilizando la clasificación racional, espiritual, visceral.

 

La Ilusión de la Separación

 

Aunque vemos a los componentes por separado, todo funciona en conjunto, el alma, el cuerpo y la circunstancia. Las circunstancias nos afectan y nosotros impactamos en ella, si llueve y estamos a la intemperie, nos mojamos y podemos enfermar, nuestra salud afecta nuestro estado de ánimo y nuestra capacidad de pensamiento, y viceversa, si estamos deprimidos tendemos a enfermarnos más, debido a que nos descuidamos, olvidamos protegernos del clima, tomar nuestros medicamentos, vitaminas o comer apropiadamente.

 

Si estamos muy molestos y en ese momento sufrimos una quemadura, nos olvidaremos del asunto que nos tenía molestos, atenderemos nuestra herida. Si estamos muy cansados físicamente, pero en ese momento ocurre una emergencia, nos olvidaremos de nuestro cansancio y nos ocuparemos de la emergencia. Somos uno solo con nuestro ambiente, cuerpo y alma.

 

Dentro del alma, la mente, la voluntad y el espíritu son uno solo también, cuando estamos enamorados no pensamos correctamente, cuando estamos enojados, tampoco. Si nos concentramos mucho en pensar y pensar, nos olvidamos de actuar, y de sentir. Si actuamos sin pensar, tendremos mucho problemas, si somos pura emoción, no razonamos correctamente, nuestras acciones sin pensar también nos traerán problemas.

 

 

La Realidad

La realidad es aquello que podemos percibir, tanto dentro como fuera, tanto en nuestro ambiente como en nuestro ser, por lo tanto tiene tres características:

  1. Insustancial
  2. Impermanente
  3. Insatisfactoria

 

La Realidad es Insustancial

 

La realidad carece de sustancia para nosotros, porque no existe hasta que somos conscientes de ella. Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie cerca ¿Hace ruido? Por supuesto que el movimiento genera ondas, pero no hay nadie con consciencia para escucharlas, así que aunque es tan real como tú o como yo, carece de sustancia consciente, para nosotros no existe, hasta que caminemos por ese trecho y lo veamos, entonces nos imaginaremos el ruido que pudo haber causado al caer, pero hasta ese momento, para nosotros y nuestra realidad, no existía.

 

De la misma manera, nuestra personalidad, nuestra identidad, es creada por nuestra voluntad, emociones y pensamientos, no existe para otros seres conscientes, no existimos en la consciencia de otros hasta que no lleguen a conocernos y en realidad nuestra existencia sería una percepción personal que ellos tienen de nosotros, o hasta un reflejo de ellos mismos. Por lo tanto, la realidad carece de sustancia.

 

En corto: Las cosas son interpretadas por el pensamiento, luego, la mayoría de las cosas son ilusorias pues solo existen en nuestro pensamiento, el ayer y el mañana, por ejemplo. El resto de las cosas son interpretaciones, conocemos solo lo que el pensamiento interpreta, es información. Interpretamos la realidad y la mezclamos de forma automática, con la ilusión, en un proceso de doble pensar.

 

La Realidad es Impermanente

 

La materia y la energía, no se crean ni se destruyen, solo se transforman. Todo surge y cesa. La única constante es el cambio, hoy estamos, mañana nos vamos, el dinero, los amores, vienen y se van, somos niños, jóvenes, maduros, viejos, nacemos, vivimos y morimos. Todo cambia, permanentemente, a veces muy lentamente, a veces muy rápidamente, pero todo es impermanente.

 

La Realidad es Insatisfactoria

 

La humanidad nació pobre, temerosa de depredadores, sin servicios médicos ni refugios físicos más que cuevas o tiendas. Hoy en día tenemos tantas comodidades y aun así no estamos satisfechos. Mucho, nunca es suficiente. Nuestros estados de ánimos son como mareas, suben y bajan, estamos en constantes tribulaciones, siempre entrando en una tormenta, en medio de una o acabando de salir de una. Está en nuestra naturaleza sentirnos insatisfechos y en búsqueda permanente de satisfacción, placer y comodidad, cada vez mayores.

 

El Sufrimiento

 

La Raíz del Sufrimiento

 

El sufrimiento es auto-infligido, según nuestro principal apego, aquello que no aceptamos, nos crearemos una ilusión a través de mentiras, lo que terminará por infligirnos dolor y lo manifestaremos por medio de culpas, vergüenza y miedo.  Dependiendo de aquello que no podamos aceptar, se formará nuestra naturaleza dominante.

 

A partir de estas tres características de la realidad, aquella que más rechacemos formará nuestra naturaleza dominante:

  • Si rechazamos la insustancialidad, seremos más mentales.
  • Si rechazamos la impermanencia, seremos más espiritualesemocionales.
  • Si rechazamos la insatisfactoriedad, seremos más viscerales.

 

A lo que tengamos más apego es lo que determina nuestra naturaleza principal, nuestros impulsos.

 

Los Caminos de Superación del Sufrimiento

 

Cada naturaleza tiene un obstáculo, una forma de superarlo y una meta última. Cada obstáculo depende de una realidad que rechazamos, algo en que confiamos y nos refugiamos. Cada forma de superación tiene un medio, un proceso y una práctica. Cada meta tiene una forma de manifestarse en su máximo esplendor.

 

En corto: Las naturalezas dominantes tienen:

  • Obstáculo
    1. Realidad rechazada
    2. Refugio
  • Superación
    1. Medio
    2. Proceso
    3. Práctica
  • Meta
    1. Manifestación

 

Así que comenzamos por conocernos, por conocer nuestra herida, que la compone, como curarla y la máxima manifestación que indicará que estamos curados. Para cada naturaleza, el camino es diferente.

 

La Composición de las Heridas

 

De La Mente

Como hemos determinado, las personas mentales rechazan la Insustancialidad de la Realidad, por lo tanto, se refugian en un Ideal, ya que confían plenamente en la Racionalidad. Esto les provoca un estado de permanente Superficialidad. Son carentes de profundidad de espíritu y voluntad. Para la mente, pensar una cosa equivale a hacerla.

 

Del Espíritu

Las personas más espirituales rechazan la Impermanencia de la Realidad, por lo tanto se refugian en la Comunidad y confían plenamente en la Experiencia. Esto les provoca un estado de permanente Vaguedad, Ambigüedad. Son carentes de definición, para el corazón, sentir es más que suficiente.

 

De la Voluntad

Las personas más viscerales rechazan la Insatisfacción de la Realidad, por lo que se refugian en la Disciplina, confían plenamente en la Intuición, lo que les genera un estado de permanente Habitualidad, Costumbre. Son firmes en sus creencias, relegando el análisis y la sensibilidad a un segundo plano.

 

La Sanación de las Heridas

Mente

La Superficialidad es anulada a través del Involucramiento, por medio de un proceso Emocional de Servicio, a través de la Meditación. Es esencial tener como propósito el ser más profundo.

Espíritu

La Vaguedad es anulada con el Compromiso, por medio de un proceso Conductual de Vida, a través del cual formaremos la Sabiduría. El propósito es vencer la indecisión, eliminar la duda.

Voluntad

La Habitualidad es anulada con el Cambio, por medio de un proceso Cognitivo, Sistemático que es la Ética. El propósito es vencer la resistencia al cambio, exponiéndote a condiciones diferentes.

 

La Meta Última

Mente

La meta es el Discernimiento, manifestada a través de una Claridad incondicional.

 

Espíritu

La meta es la Apertura, manifestada a través de una Compasión incondicional.

 

Voluntad

La meta es la Aceptación, manifestada a través de una Libertad incondicional.

 

Como Tomar El Control

Somos la suma de las interacciones de todos estos componentes, pero somos muy lentos y no nos damos cuenta, no somos conscientes de esto. Para lograr el autocontrol hay que realizar una auto-inspección todo el tiempo, programar tu mente como una computadora, como un cortafuego que filtra permanentemente tus reacciones a estímulos externos.

 

Para lograrlo debes determinar qué es lo que te impulsa, qué te motiva, debes inspeccionar y calibrarte para saber qué estímulos provocan que emociones, y así saber cómo contrarrestar las emociones negativas y promover positivas.

 

El ejemplo clásico es el de la ira, en el que estás enojado y golpeas un saco o un maniquí para liberarte de tu ira. Bien, funciona de ida y vuelta: visceralidad (emoción) -> mente (pensamiento) -> cuerpo (sensación) -> circunstancia (estímulo) y adelante a atrás: circunstancia (estímulo) ->cuerpo (sensación) -> mente (pensamiento) y visceralidad (emoción).

 

Los estímulos y pensamientos pueden cambiar el estado actual de tus emociones, y ciertas emociones pueden motivarle a tomar medidas o realizar ciertas actividades. Es difícil controlar tus emociones y el ambiente que te rodea, pero sí que puedes controlar son tus pensamientos y acciones, y eso es más que suficiente, por ello nos centramos en la mente, que es donde reside la memoria y la consciencia para emprender los cambios necesarios para tomar el control.

 

Si estás en un ambiente negativo puedes retirarte del mismo. Si tus circunstancias son negativas, puedes controlar tus pensamientos y cultivar emociones positivas. Si tienes emociones negativas puedes encontrar los incentivos adecuados para tranquilizarte, no siempre tendrás a mano un saco de arena para golpear si estás enojado, o un hombro para llorar si estás deprimido.

 

Utiliza lo que tienes siempre a mano, tu mente y tu cuerpo, para activar estímulos y contrarrestar las emociones negativas o no deseadas en ese momento, y promover emociones positivas a voluntad. Esto requiere mucha dedicación, compromiso y disciplina, lograr el autocontrol no es nada sencillo, pero muy gratificante, y especialmente útil.

 

La Solución Definitiva

 

Tenemos solamente dos opciones: Disciplinarnos o sufrir, no hay magia, la fórmula es esfuerzo + tiempo, no hay camino rápido, debes trabajar día con día para alcanzar tus objetivos. Los humanos somos animales de costumbres, rápidamente nos acondicionamos al ambiente. ¿Tienes que madrugar? Será muy difícil la primera semana, pero con el tiempo, tu cuerpo se acostumbrará y te parecerá natural y automático el despertar temprano.

 

Lo mismo pasa con cualquier cosa en la que deseemos tener éxito: En los estudios, en los deportes, en el arte, la práctica continua lo vuelve permanente, y no se puede tener una práctica concreta o convertirse en profesional en cualquier cosa sin una disciplina constante.

 

Disciplinar es imponer, es hacer guardar un comportamiento predeterminado, por acción y decisión propia nos imponemos una disciplina estricta cuando en realidad nos interesa lograr algo: Una dieta, un programa de ejercicios, terminar la carrera, etc.

Por el contrario, la carencia de la disciplina culmina en un estado de abatimiento, lleno de depresión y frustración, por no poder alcanzar nuestras metas como quisiéramos… o tal vez es que no lo queríamos tanto en primer lugar, por eso no conseguimos reunir la suficiente voluntad.

 

 

Lograr el Balance

La naturaleza dominante no es la determinante del camino, por el contrario, la mayoría de las veces nos agudizamos en nuestros propios impulsos primarios, según nuestra naturaleza, y con ello nos “desbalanceamos”, pensamos muchos y sentimos poco, reaccionamos sin pensar o sentimos tanto nos volvemos hipersensibles, débiles. Para balancear nuestro ser tendremos que salir de nuestra zona de confort, de lo que conocemos, de lo que nos gusta y dirigirnos hacia aquello que nos hace falta.

 

El Cruce de Caminos

Para balancearnos tendremos que cruzar el camino y realizar el viaje de desarrollo personal de otra de las naturalezas de nuestro ser. Para determinar cuál, necesitaremos de profunda introspección. Muchas veces, no podremos hacerlo nosotros mismos, mirarnos, reconocer nuestros defectos y nuestras necesidades, es algo extremadamente difícil, doloroso, nos puede parecer anti-natural.

 

Este es el problema principal que nos impide nuestro desarrollo personal, nuestra auto-realización, intentamos todo excepto aprender nuevas cosas sobre nosotros mismos. Hay varias formas de atacar este problema.

 

La más fácil es voluntariamente dirigirte hacia lo contrario de lo que eres, si eres pensar y no actuar, ¡Actúa! Ve por el camino de la aceptación para ser libre. Si no reconoces tus sentimientos, ¡Siente! Ve por el camino de la apertura para ser compasivo. Si no meditas antes de actuar, ¡Piensa! Ve por el camino del discernimiento para tener claridad. Tomaremos este camino cuando seamos impulsados por retos, carezcamos de paciencia a simplemente seamos muy valientes.

 

La segunda aproximación es recorrerlos todos, comenzando por tu naturaleza dominante, luego la que más te parezca cómoda y por último, la que más te incomode. Este es el camino que nos parecerá más natural “Ya dominé mi mente, ahora dominaré mi corazón”. Tomaremos este camino cuando nuestro impulso natural sea el de superación y autorrealización personal, y seamos pacientes por naturaleza.

 

La tercera aproximación ir paso por paso, nivel por nivel, avanzando en los tres sentidos al mismo tiempo. Tomaremos este camino cuando estemos más centrados, cuando tenemos un balance natural, tengamos paciencia y nuestra meta sea la plenitud.

 

La cuarta forma de avanzar es descomponer nuestro sufrimiento, paso por paso. Este camino hemos de recorrerlo si estamos en medio de grandes tribulaciones, si sufrimos mucho, si estamos completamente confundidos en nuestra vida. Este es el camino más recorrido.

 

El Camino de Liberación

Para liberarnos de nuestro sufrimiento, debemos atacar la base del mismo. Como establecimos, el sufrimiento se forma de la siguiente manera:

Tenemos apegos, nos creamos una ilusión a base de mentiras, lo que nos causa dolor, manifestado en culpa, vergüenza y miedo.  Por lo tanto, el camino de la liberación es deshacernos de estas cargas, que se apilan en nosotros, así que nos las quitamos una por una, en sentido contrario:

Anulamos el miedo con el amor, luego la vergüenza con la humildad, luego la culpa con la aceptación, posteriormente el dolor con la esperanza, las mentiras con honestidad, la ilusión con atención consciente y finalmente el apego con la libertad.

El camino es largo, pero con que recorras los primeros tres pasos es un logro titánico que te permitirá vivir con plenitud. No miedo, no vergüenza, no culpa. Es un estado de bienestar magnífico, soñado. Los últimos cuatro pasos son más elevados, necesitarás de todo lo que tienes dentro para lograrlo, pero nada vale más la pena que ganarse uno mismo.

 

El Miedo y El Amor

Lo contrario al miedo no es el valor, sino el amor. El valor es determinación y es importante pero la causa de la decisión, de cualquier decisión, es el miedo o el amor. Cada que decidimos algo, lo hacemos o para evitar algo (el miedo) o para acercarnos a algo (el amor).

 

La diferencia es sutil, pero significativa, siempre que decides por miedo destruyes tu vida, siempre que decides por amor, construyes puentes que te acercan a tus metas. El miedo es evasión, es parálisis, es huida. El amor es aceptación, induce a la acción, es avance.

 

Aceptar el miedo es el primer paso. Tienes miedo y está bien, es natural. Siéntelo, abrázalo, sopórtalo, evita rechazarlo o no avanzarás jamás, resístelo acoplándote a él. Tu meta no ha de ser evitar sentirlo, sino avanzar a pesar de él, solo así cederá y otra cosa tomará su lugar: El amor. El amor es el paso más importante del éxito, dirigirte hacia lo que quieres, avanzar en lugar de eludir.

 

El amor profundo es decidir voluntariamente hacer el bien, el verdadero altruismo es ignorar a tu ego, y el más profundo de los amores es el amor propio. Cuidarte es amarte, todo tu, cuerpo, alma y circunstancia, mente, espíritu e instinto.

 

Para acabar con tus miedos, ama.

 

La Vergüenza y La Humildad

 

Lo contrario a la vergüenza es la humildad, la humildad de reconocer nuestros límites, errores, fracasos. Humildad no es ser pobre ni humillarse, humildad es carencia de orgullo, hijo directo del ego, humildad es carácter. Si te avergüenzas de algo no te aceptas, evades, huyes de un hecho o una acción de la cual te arrepientes, pero temes más que otros lo conozcan que a las consecuencias de tus actos. La vergüenza es ego puro, apego a una imagen de ti mismo que quieres mantener.

 

Para superar la vergüenza, sé humilde.

 

La Culpa y La Aceptación

 

Lo contrario a la culpa es la aceptación. La culpa es efectiva, nos hace hacer cosas que no queremos, nos trae sentimientos negativos sobre nosotros mismos, nos hace sentirnos inadecuados, no merecedores, nos hace auto flagelarnos. La aceptación es responsabilidad, es aceptar las consecuencias de nuestros actos sin torturarnos, es una acción positiva hacia la retribución del daño no con más daño, sino con un bien, comenzando por tu estado de ánimo. Aceptar y tomar responsabilidad es positivo, la culpa es el camino más rápido al sufrimiento.

 

Para superar la culpa, acepta tu responsabilidad.

 

El Dolor y La Esperanza

 

Lo contrario del dolor no es el placer, es la esperanza. La esperanza es confianza, el dolor, con duda de que algún día termine, se convierte en sufrimiento. El dolor es temporal, puede durar un día, un mes, o un año, pero eventualmente cederá. La esperanza es confiar en que eso pasará. El peor sentimiento del mundo es la desesperanza, el sentimiento de que nada más importa y todo está perdido.

 

Para superar el dolor, ten esperanza.

 

Las Mentiras y La Honestidad

 

Uno inventa mentiras para escapar de la realidad, para tomar atajos y conseguir lo que uno quiere a cualquier precio. No hay acto más egoísta y vil que mentir. Honestidad es respeto por ti mismo y por los demás. Honestidad es integridad, es ser valiente y determinado, dirigirte hacia lo que quieres, sin perder el tiempo inventando mentiras sobre ti mismo. Ser honesto es valiente, es el epítome del amor a ti mismo, es la consideración más grande que puedes tener contigo y con las personas.

 

Destruye las mentiras con la honestidad.

 

La Ilusión y La Consciencia

 

La ilusión es cuando crees tus propias mentiras. La ilusión es creencia fervorosa, la ilusión es deslindamiento de la realidad, un ensueño, deseo, no meta concreta. La consciencia es conocimiento pleno sobre ti mismo y el mundo inmediato que te rodea, es poner atención y cuidado a lo que piensas, dices y haces, y como afecta a tu realidad.

 

Es la base ética de nuestro ser, si somos conscientes y sensibles al dolor ajeno desarrollaremos piedad, compasión, amor. La ilusión es egoísmo, es perderte en el mundo que quisieras, en lugar de transformar el mundo que es en algo mejor.

 

La atención plena, en la vida y en la mente, elimina la ilusión y deja solo la interpretación, por lo que podemos percatarnos de la realidad.

 

Supera la ilusión con la consciencia.

 

El Apego y La Libertad

Lo contrario al apego es la libertad, es respeto por la voluntad ajena. Cuando nos apegamos a algo o alguien, invalidamos totalmente la voluntad de otros, le quitamos importancia totalmente, solo nuestra propia voluntad y deseos importan. Cuando dejamos en libertad damos el mejor regalo, reconocemos el derecho de la decisión. No hay forma más grande de amor que el de la libertad.

Supera el apego con la libertad.

 

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