¿Te sientes solo amigo? La solución es muy sencilla: ¡Habla! No esperes que el mundo se dé cuenta de tu existencia, no se supone que el mundo este hecho a la medida para ti, se supone que tú te adaptes al mundo. Sonríe, razones sobran. Estás vivo, tienes salud, tienes oportunidad, tienes esperanza. Estar solo no es una casualidad.
Aún si no tienes familia, ni amigos, ni perrito que te ladre, conseguirlos es muy fácil, muy sencillo, simplemente tienes que interesarte por los demás. Sí, tan sencillo como eso. ¿No lo han notado? Las personas más populares, las que más amigos tienen son las que más se interesan por ellos.
Es fácil, es sencillo “Hola, ¿Cómo estás?”. No esperes una respuesta sincera – ¿Quién la da, realmente?- pero la intención es lo que cuenta. Si observas que alguien tiene un problema, ¡ofrécete a ayudar!, algo podrás hacer. No tienes idea de la magnitud del cambio, el ser “servicial” es un boleto a la amistad, a la camaradería.
Es difícil, lo sé. Las personas que somos tímidas por naturaleza batallamos mucho con este tipo de situaciones, nos ahogan preguntas tales como “¿Y si me dice que no me meta en sus asuntos?”, “¿Y si me hacen mala cara?”.
Pues bien, yo siempre digo “Piedras y palos me hacen daño, pero las palabras no me asustan”, es decir, si te contestan mal, en primero lugar, al menos lo intestaste, por ti no quedo, puedes tener tu consciencia tranquila, en segundo lugar, piensa, “Es una lástima, es el(la) quien pierde la oportunidad”, y en tercer lugar, lo que no te mata te fortalece, supera la experiencia y tu espíritu se fortalecerá lo suficiente.
Bueno, ese es el 50% “malo”, que tal que te encuentres con una persona abierta, que tal que tengas mucho en común con esta persona, que tal que comienzas una amistad. Vale mucho la pena intentar. Mientras tengas vida, tengas voz, tengas voluntad, no hay excusa, si estas solo es por qué quieres.