Tu talento es como una pluma fuente, si no lo enfocas bien, simplemente no pinta, pero si lo apuntas al cielo, fluye sin esfuerzo.
Así como debemos utilizar la pluma de manera que podamos escribir sin esfuerzo, debemos utilizar nuestro talento de la manera apropiada, haciendo las cosas que nos salen naturalmente, que no se siente forzadas, sin tratar de hacer cosas que simplemente no se nos dan, encontrando para lo que somos buenos, y exponenciándolo.