Monterrey, Nuevo León @espino316 fb/LTeMotiva

Pensamientos

Diez

No les voy a mentir. No fué el día más feliz de mi vida. Dió mucho miedo. El día que empezó todo esto fué el día que más miedo tuve en toda mi vida. Me la pasé nervioso, temeroso de que algo saliera mal. Afortunadamente no fué así y pude respirar tranquilo… unos minutos, por que a partir de ese día no habría mucha tranquilidad que digamos.

No les voy a decir que un hijo es una bendición, por que no lo es, es una responsabilidad y una muy grande. Es la responsabilidad más grande que se puede tener, no hay nada más preciado que la vida, y tener una vida, además de la tuya, una vida inocente en tus manos es imponente, sobrecogedor.

Es una labor de veinticuatro horas, uno no deja de ser padre, jamás. Ahi es cuando entiendes a tus viejos, las razones que tenían para hacer lo que hicieron. Uno hace lo mejor que puede, con los medios que tiene a su alcance.

Esto de ser padre no es para mí. Siempre lo he pensado. Jamás he sido irresponsable, no me mal entiendan, pero he sufrido todo este tiempo, es agotador, en cuerpo y alma. No es sencillo, no es fácil, no es simple. Es lo más duro por lo que he tenido que pasar, lo más difícil que he tenido que hacer. Es abasallador. Inimaginable. Se me acaban los adjetivos superlativos. No es algo que sea fácil de describir.

Podría contarles mil historias sobre lo duro que es, lo difícil que se pone, como uno nunca esta suficientemente preparado para esto, no acabaría. Uno da por sentado a sus padres. Los padres son héroes, son todo poderosos, los ve como si no pudieran fallar, como si nó debieran hacerlo. Pero lo hacen, son humanos, somos humanos, somos frágiles.

Amo a mi hija, claro, es mi hija, es una extensión de mi, nací de nuevo con ella. Se parece a mi tanto físicamente como en sus modos, su comportamiento, su mentalidad. Pero como dije, he de ser honesto. Tengamos un poco más de honestidad. He puesto toda mi dedicación y esfuerzo en educarla, por que la educación se da en la casa, en la escuela recibimos instrucción, pero la educación se mama.

Y educar a un niño es una ardua labor, díficil de sobrellevar, dura de aguantar, permanente. Los niños todo aprenden por imitación. Sus roles a seguir son los padres. Uno tiene que cambiar, tiene que mejorar, tiene que ser un buen ejemplo si piensa exigir buen comportamiento de sus hijos. Cualquier otra cosa es hipocresía “Haz lo que digo y no lo que hago” es el comportamiento más hipócrita que existe. Es la cuna de la doble moral que tiene al mundo – al mundo del hombre – enfermo. Es el cáncer del mundo.

Por eso es duro ser padre. Nada te prepara para eso. Es duro mantener un equilibrio, lo más fácil es ser egoísta y anteponer tus necesidades a las de tu hijo, o ser un martir y anteponer las necesidades de tu hijo a las tuyas. Ninguna es buena, lo que necesita un niño es amor. Los padres deben quererse a si mismos, para que el niño, por imitación aprenda amor propio. Los padres deben quererse entre ellos, para que los niños, por imitación, aprendan a amar a los demás. Los padres deben querer al niño, para que este valore el amor, reciba amor y tenga confianza en si mismo, en sus padres y este satisfecho, contento.

Es bien fácil fallar. Es bien fácil castigar al niño privandolo de amor para conseguir un buen comportamiento. Es bien fácil llenarlo de culpa y de vergüenza para modificar su conducta. Es bien fácil caer. Estos niños crecen con un gran hueco en sus corazones, les falta amor, no saben obtenerlo y no saben darlo. Van a batallar toda su vida. Son “el niño sin amor”.

También es bien fácil malcriarlos. Darles todo lo que quieres para que no molesten. Es bien fácil malcriar a un niño. Tratarlos como bebes toda su infancia, toda su adolescencia, ser paternalista. Estos niños crecen sintiendose con derecho divino de que todo les será dado. Cuando se enfrente a la realidad, cuando vean que papi y mami les mientieron y no pueden serguiles consiguiendo las cosas ¿Que creen que les va a pasar?

Es duro hacerlo bien. Es muy duro hacerlo bien permanentemente. Mantener el equilibrio es difícil. Los buenos padres escasean, lamentablemente, se que suena duro, se que todos podemos jurar que amamos a nuestros hijos, pero no se trata de que no los quieran, un mal padre no es siempre el que no quiere a sus hijos. Ser buen padre es duro, difícil, complicado, ignoramos mucho sobre cómo serlo. Es cuestión de educación, de preparación, de consciencia.

No me ensalso ni me vanaglorio de serlo. Probablemente no debí ser padre, como muchos en este país, en el mundo. Pero soy consciente, le pongo dedicación a prepararme, a educarme para poder ser un buen ejemplo. Es una labor constante de alerta permanente. Hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos a la mano.

Tengo diez años de experiencia. Han pasado volando. Apenas ayer cargaba a mi hija en un solo brazo. Hoy, ya casi esta de mi tamaño. Parpadeas y se te van los años como minutos. Apenas ayer mi padre jugaba conmigo, me enseñaba matemáticas, me leía. Hoy juego con mi hija, le enseño, le leo, bailo con ella, le aviento burbujas. Mañana mi hija lo hará con mi nieto. La vida es efímera, pero es esa cualidad la que la hace tan bella. El tiempo vuela rápido hija, mi orgullo, mi corazón.

L.

Have any Question or Comment?

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Archivo