Lo conocí con la serie de los sesentas de Adam West, un murciélago A-Go-Go. Un héroe onomatopéyico, con los clásicos bailes y el ¡Bam! ¡Zas! ¡Pum!. Tenía como cinco años y en ese entonces era la onda.
Luego llego la película de Tim Burton, con Micheal Keaton en el estelar. Yo conocí a Michael Keaton como Batman, luego me enteré que antes era comediante. El cambio fué drástico “¿Ese es Batman?” “¿Dónde está el ¡Pum! ¡Bam! ¡Zas!?” “¿Dónde están los bailes?”. Y todo cambio. Este no era un tipo bonachón bailarín. Este tipo era duro, implacable, oscuro, profundo. Batman cambio en mi mente para siempre.
Luego vino la serie animada, donde lo conocí de verdad, es la que más le hace justicia, el verdadero Batman, el detective. Dedicado a atrapar criminales usando su inteligencia, astucia, el miedo, la sorpresa, las trampas, los patrones, la psicología, y los catorrazos, por supuesto. Allí fue donde dije “Quiero ser cabrón como Batman”. Que tipo más chingón, y aún no había visto lo mejor.
Sin embargo, era una caricatura para niños, una excelente caricatura, pero para un público menor. El caballero de la noche es el cómic icónico que conocí después (no cuento las subsecuentes películas, Forever y Robín, que son verdaderos fiascos, se hubieran traído mejor a Adam West) y entonces sí que ya no hubo vuelta atrás, dije este comic es una chingonada, que bárbaros.
Durante años tuve en mi mente la idea del murciélago, y del hombre. Un héroe humano, un anti-héroe, la encarnación de la dedicación, del empeño, de la mejora continua, del ser implacable.
Hasta que llegamos al Batman de Nolan, el peor Batman. Antes de que salgan defendiendo “The Dark Knight” dejenme decirles, el Guasón de Nolan es el mejor Guasón de todos los tiempos, mejor que Jack Nicholson y vencer a Jack actuando esta cabrón, sin embargo, Ledger la rifa. El villano hace al heroé, y en las otras dos entregas se tomaron demasiadas libertades literarias con Ra’s Al Ghul y sobre todo con Bane. Debería ser la mejor película de Batman de todos los tiempos, “Knight Fall”, y resultó un fiasco total, un Robin a chaleco, un Alfred traidor y llorón, en Knight Fall, Alfred si deja a Batman, pero por unas razones muuuy diferentes, es más, no deja a Batman, Batman deja de ser Batman y Alfred se va, y es Alfred el que lo ayuda a volver de su propia oscuridad, de su propia debilidad. Alfred es la onda. Y en la película pues parece más una abuelita preocupada, no se le hace justicia para nada.
El Batman de Snyder no tengo mucho para juzgar, es la película la que es boba y aburrida. No espero mucho de Liga de la Justicia, pero la veré solo porque sale Khal Drogo. En fin, adiós señor West. Gracias por presentarme a mi héroe de la infancia, que digo de la infancia, de la vida. Hasta siempre murciélago.